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Si has visto la película de Matrix, recordarás que Morfeo le ofrece a Neo, la posibilidad de elegir entre la píldora azul y la roja.
Si Neo toma la píldora azul, seguirá con su vida como hasta ahora, viviendo en comodidad y siguiendo en su realidad actual. Pero, si Neo toma la píldora roja, podrá vivir en la verdadera realidad, tendrá que ajustarse a vivir en constante lucha, lo que hará su vida mucho más difícil, pero estará despierto.
Hace un año tome la decisión de tomar la píldora roja que, aunque en ese momento no tenía realmente idea de lo que representaba mi elección, ahora reconozco el gran impacto que tuvo en mi vida y la de mi familia.
Te voy a describir cual era mi estado antes de dicha decisión:
- Sentía una nube en mi mente, continuamente me sentía viviendo en un sueño o una realidad que no era mía.
- Había normalizado tener el estomago inflamado cada noche al irme a acostar.
- Constantemente me veía corriendo por una taza más de café, pues era la única manera que conocía para poder continuar mi día con “energía”.
- Me enojaba con facilidad, era juiciosa y mis pensamientos eran autocríticos.
- Aunque hacia ajustes en mi alimentación, no lograba bajar de peso, así que ya me había hecho a la idea de que me quedaría así.
- Sufría ataques de ansiedad y la depresión no me dejaba avanzar.
- Terminaba mis días sin saber ni que había hecho, pues sentía que no avanzaba en nada.
- Despertaba con tanta pesadez en mi cabeza, que me ponía de malas el tener que levantarme de la cama.
Hoy, a un año de decidirme a conocer una nueva realidad, me siento feliz de haberlo hecho y no pienso dar marcha atrás. ¿Y sabes por qué?
- Porque hace años no sentía esta claridad mental que me llena los días de nuevas ideas, proyectos y entusiasmo.
- Porque abro los ojos por las mañanas y me siento agradecida de despertar, de tener a tan maravilloso hombre a mi lado y a las hijas más sorprendentes del mundo.
- Porque mi estomago sigue plano al final del día, tal cual como amaneció. No sufro más de inflamación y me encanta sentirme así.
- Porque me siento llena de energía y ya no dependo de las mil tazas de café para vivir.
- Porque veo a mi esposo mucho más sanos y fuerte.
- Porque veo a mis hijas crecer felices y sorprendentemente se comportan mejor.
- Porque inicio y cierro mis días con una sonrisa, la mas genuina que he tenido en muchos muchos años.
Y debo contarte que no es fácil el cambio porque implica ir contra corriente, implica ser enjuiciada por exagerada y por no disfrutar de los “placeres de la vida”.
Pero si hubiera sabido antes sobre los regalos que la vida me daría solo por renunciar a ciertas cosas, alimentos y hábitos, habría tomado esta decisión hace mucho tiempo.
Y nunca es tarde, a mis 39 años abrí mis ojos a una nueva realidad y encontré mi misión en esta vida, y esa misión es compartir todo este aprendizaje contigo y, ser ahora yo quien te ofrezca la píldora azul y la píldora roja.
Te voy a contar a grandes rasgos, algunos de los ajustes que hicimos en casa y que, en mucho o en poco, han contribuido a esta nueva realidad:
- Cambiamos jabón de manos y trastes por opciones libres de tóxicos, colorantes y fragancias.
- Reemplazamos el jabón de lavandería por uno amigable con el medio ambiente y, por ende, amigable con nosotros.
- Eliminamos el uso de suavizante de telas, perfumes y cualquier producto que tuviera fragancias sintéticas.
- Reemplazamos todos los productos de limpieza por agua, vinagre blanco y bicarbonato de sodio.
- Sustituimos el desodorante corporal por la piedra de alumbre.
- Simplificamos los productos de cuidado personal a solo los realmente necesarios y los reemplazamos por opciones más seguras.
- Eliminamos el consumo de gluten, lácteos y soya.
- Reducimos al mínimo el consumo de azúcar, y para esas ocasiones que se nos antoja un postrecito, tenemos opciones más aptas para seguir cuidando de nuestra salud.
- Revisamos con lupa cada ingrediente de los productos que consumimos.
- Agregamos plantas purificadoras de aire en nuestro hogar.
- Dejamos de tomar agua directo del grifo y embotellada, invirtiendo en filtro para el hogar y portátil.
- Nos complementamos nutricionalmente
- Mejoramos nuestra salud intestinal
- Nos ejercitamos de manera regular.
- Nos hidratamos adecuadamente
- Sonreímos mucho, nos abrazamos mucho y nos hablamos con palabras amables y llenas de amor.
Hoy te invito a que analices tus días, tu mente, tus pensamientos hacia ti y los demás, tu manera de ver las diferentes situaciones que se te presentan durante el día. Tu manera de hablarte a ti mismo y a los demás.
Te invito a que escanees tu cuerpo, como sientes tu cabeza, tu estómago, tus piernas; y escuches lo que tu cuerpo te esta pidiendo, tal vez aun de una manera sutil o tal vez ya te lo está pidiendo a gritos.
El primer paso está en el aprendizaje, y con mucho cariño te comparto lo que he aprendido AQUI.
Y si tu esta lista/listo para el cambio, será un honor acompañarte en tu trayecto.
“La respuesta está ahí afuera, te está buscando, y te encontrará si así lo deseas”
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