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Después de que nació mi segunda hija, me subí a una montaña rusa de emociones y empecé a experimentar algo completamente nuevo para mí, Ansiedad.
Voy a describirte como sentía yo esos ataques de ansiedad: Mi corazón palpitaba tan rápido que sentía que se saldría de mi pecho. El sonido de mi corazón acelerado se volvía cada vez más fuerte, y no me dejaba escuchar nada más.
Todo se tornaba borroso y sentía tanta ira que necesitaba encerrarme en el baño a golpear la pared y gritar para tratar de volver a mí.
Fue realmente aterrador sentir todo eso teniendo a 2 niñas pequeñas a mi cargo.
Levantándome y Cayendo de Nuevo
Inmediatamente busqué ayuda médica y me medicaron para poder controlar esos episodios, y si ayudó, pero unos meses después, llegó la pandemia.
Apuesto a que te identificas con esto… trabajando desde casa, con 2 niñas pequeñas, sin ayuda alguna y con la preocupación constante de enfermar.
El estrés se fue acumulando mes tras mes hasta que tuve la peor recaída, pero esta vez la ansiedad no llegó sola, la depresión y el síndrome de agotamiento laboral venían acompañándola.
Puedo describir la depresión como un monstruo que vive dentro de mi cabeza. Una voz siempre diciéndome lo negativo de cada situación, haciéndome ver como todo lo hago mal y soy un fracaso. Un monstruo haciéndome sentir víctima de las circunstancias; una nube que no me deja ver claramente.
Fue muy difícil callar a esa voz, la más insistente que he conocido.
Todo a mi alrededor era un desastre.
- Mi hija de 4 años sufría de asma, sangraba constantemente por la nariz y sus amígdalas estaban tan grandes que roncaba peor que mi esposo.
- El comportamiento de mi hija de 2 años nos estaba volviendo locos; lloraba, mordía, golpeaba y tiraba todo aquello a su alcance.
- Mi esposo no era la excepción, también con sobrepeso, le diagnosticaron hipertensión arterial y le mandaron medicina «para el resto de su vida».
- ¿Mi trabajo? Qué puedo decir… Me convertí en la peor empleada de la historia.
Yo, la que siempre levantaba la mano para asumir más responsabilidades, la que mejor actitud tenía para todo. Ahí estaba yo completamente distraída, sin ningún interés en mi trabajo, sin idea de lo que tenía que hacer cada día y no lograba entender por qué.
Estaba tan frustrada que decidí dejar mi carrera de 15 años para concentrarme en mí y en mi familia.
Me sentí muy decepcionada de mí misma. ¿Cómo me iba a arreglar? Sabía que necesitaba hacer algo más que tomar una pastillita al día.
Un enfoque holístico
Volví a buscar atención médica pero esta vez también la acompañé de apoyo psicológico, pues necesitaba ayuda para organizar mi cabeza desordenada.
Me puse a investigar más sobre diferentes frentes que ayudan a mejorar la salud mental y me encontré con una mujer increíble que inicialmente me enseñó a reemplazar alimentos altamente inflamatorios con alternativas más saludables y también me presentó a un maravilloso equipo de líderes que me ayudaron a levantarme y a establecer los hábitos necesarios para no volver a recaer.
Sin dudarlo, decidí unirme a ellos y formar parte de su equipo.
Hoy te quiero compartir lo que ha aprendido y que ahora sé que era causante de mi padecimiento:
1. La exposición a toxinas contribuye a esos problemas de salud mental y física, ya que las toxinas pueden acumularse en nuestro cuerpo y cuando la exposición es más alta de lo que nuestro sistema de desintoxicación puede manejar, nuestra salud se ve afectada. AQUI puedes aprender más sobre cómo reducir esa carga tóxica
2. Comer bien es clave, y no solo por salud física sino también por salud mental, ya que la conexión entre el cerebro y el intestino es muy fuerte.
3. Complementación nutricional adecuada: las deficiencias nutricionales pueden causar problemas de salud física y mental. Pero ten en cuenta que hay mucha basura en el mundo de las vitaminas, así que elige cuidadosamente lo que darás a tu cuerpo. Asegurando que sea una compañía con extensas certificaciones, pues no queremos agregar toxinas con vitaminas de baja calidad. AQUI puedes encontrar los nutrientes que mi familia y yo consumimos y en los que confiamos.
4. Haz ejercicio: no necesitas hacer nada intenso, encuentra eso que te guste y disfrutes y conviértelo en un hábito. Una caminata de una hora al día antes de que todos se despierten hace maravillas para mí.
5. Duerme bien: Te recomiendo leer un libro llamado «Por qué dormimos» de Matthew Walker para tener una guía detallada de cómo mejorar tu calidad de sueño. Aquí algunas recomendaciones básicas:
– Desconéctate de los aparatos electrónicos al menos una hora antes de dormir.
– Cena temprano y si es una cena vegetariana, ¡mejor!
– Un buen colchón y almohadas, es básico.
– Di NO a la cafeína después de las 2 p. m., ya que podría dañar tu calidad de sueño.
6. Reduce el estrés: te reto a pensar de qué manera puedes simplificar tu vida. Toma un descanso cada hora mientras trabajas (5 minutos es suficiente), respira, medita y analiza esos puntos de presión innecesarios y como puedes eliminarlos.
Y si el estrés proviene de limitaciones financieras, puedo mostrarte una manera de tener una segunda fuente de ingresos que va de la mano con ese cambio de hábitos que muy seguramente necesitas. Ve AQUI para saber más.
7. Piensa positivo, sonríe y concéntrate en las cosas buenas. Deshazte de ese monstruo en tu cabeza.
En lo personal, me ayuda mucho escuchar audiolibros de crecimiento personal mientras conduzco, cocino, lavo la ropa y otras actividades, es mi mejor “ruido” para evitar esos pensamientos negativos circulando por mi cabeza.
8. Se amable contigo mismo y con los demás. No esperes a que la vida te dé una lección como me la dio a mí, para darte cuenta que puede haber personas a tu alrededor que están luchando contra ese monstruo en silencio.
Los hermosos regalos que te da la vida, cuando la cuidas:
Mi hija mayor finalmente dejó esa dependencia que tuvo por más de 2 años al inhalador para controlar el asma.
El comportamiento de mi pequeña mejoró enormemente y aprendí a identificar esos alimentos y toxinas que desencadenan su mal comportamiento.
Mi esposo se ve más joven, más fuerte, más sano y feliz, y eso me encanta, pues quiero que mis hijas tengan Papá por muchos años.
¿Yo? También me siento mejor, más fuerte, más sana, MAS FELIZ. Y sé que aún me falta mucho por hacer, y está bien, porque ahora tengo la fuerza para seguir aprendiendo, creciendo y formando mejores versiones de mí misma, tanto en cuerpo como en alma.
Y lo que es más gratificante es que ahora tengo la fuerza para ayudar a otros que, como yo, estén luchando contra ese monstruo dentro de su cabeza.
Ahora es tu turno de levantarte
Si estás luchando contra la depresión, si tus pensamientos son en su mayoría negativos o has pensado en hacerte daño, no tengas miedo y no esperes más, busca ayuda hoy; habla con tu médico y con tu familia y amigos para recibir apoyo de inmediato, no tienes por qué estar sola/solo en esta lucha.
Toma un enfoque integral, mejora tu salud física, mental y espiritual. Es un compromiso de todos los días, pero es en verdad muy gratificante.
Hoy puedes ser tú quien necesite ayuda, pero con la guía adecuada y tu compromiso constante, te levantarás y serás tú quien ayude a otros a levantarse en un futuro.
2 respuestas a «Cómo callar a ese monstruo dentro de tu cabeza»
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[…] de haber vivido depresión, ansiedad y agotamiento laboral, me sentía completamente perdida, y mi familia lo estaba sufriendo. Pero poco a poco fui levantándome con ayuda desde diferentes […]
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[…] de haber vivido depresión, ansiedad y agotamiento laboral, me sentía completamente perdida, y mi familia lo estaba sufriendo. Pero poco a poco fui levantándome con ayuda desde diferentes […]
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