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Hoy, día Mundial de la Salud Mental, te invito a tomarte unos minutos para hacer un auto escaneo de tu propio estado emocional.
Hoy, día Mundial de la Salud Mental, te invito a tomarte unos minutos y hagas un auto escaneo de tu propio estado emocional.
Y es que la salud mental no es lineal, hay ocasiones en las que nos sentimos completamente poderosas y sentimos que nada ni nadie puede cambiarlo, pero hay otros días en los que el más mínimo evento, se siente completamente destructivo.
El manejo de nuestro estado emocional tiene muchísimas variables y con lo que he vivido, he ido aprendiendo y experimentando te puedo decir que el autoconocimiento es una parte fundamental para poder manejar nuestras emociones.
Y cuando hablo de autoconocimiento, no solo me refiero a la parte emocional, sino a la parte física también y voy a tratar de explicarlo, con mi propia experiencia.
Hace año y medio comencé a trabajar en este proceso de sanar mi cuerpo y mi mente. Durante este tiempo, he logrado identificar muchos de esos detonantes que hacen que mis días sean buenos o no tan buenos.
Aquí te voy a listar algunos y tal vez algo te resuene y tu misma puedas comenzar ese camino de autoconocimiento:
- En casa dejamos de consumir lácteos, gluten y redujimos el consumo de azucares añadidas a solo ocasionalmente. Esto tuvo un gran impacto en mi digestión, comencé a notar que mi estomago ya no estaba inflamado por las noches y que despertaba sintiéndome más ligera. Esa nube mental que me acompañaba día tras día se comenzó a desaparecer.
Todo esto ha tenido un impacto muy positivo en mi estado anímico, pues ya no me siento tan irritable y mis pensamientos son más claros.
Sin embargo, esos días en los que “peco” y me alimento con eso que, ahora sé que me hace mal, el efecto no solo es en mi digestión, al día siguiente me cuesta levantarme de la cama, me siento depresiva y menos optimista.
- He podido identificar que, si no hago ejercicio, simplemente no funciono bien. Mi vida siempre ha sido medio sedentaria, así que nunca me percaté de lo mucho que mi cuerpo lo necesitaba, hasta que me di a la tarea de hacerlo rutina y ahora puedo notar la diferencia en la calidad del día que vivo, cuando hago ejercicio que cuando no lo hago.
- Complementarme nutricionalmente es parte fundamental de mi día. Si ven todos los nutrientes que me “tomo”, se asustan, pero cada uno de ellos tiene un propósito. Esos días en los que se me terminan y no ha llegado mi suministro, o simplemente olvido tomarlos, puedo sentir la diferencia, me siento menos enfocada y más lenta.
- Dedicar unos minutos a concentrarme solo en mi respiración y limpiar mis pensamientos, es una prioridad pues esos días en los que no lo hago, me siento más abrumada con las responsabilidades del día.
- Tener un punto de conversación constante es clave, llámese consejero, psicólogo, terapeuta, alineador de chacras, grupo de ayuda, la copita con las amigas, ese otro ser que te haga sentir con esa apertura de platicar, expresarte y poder acomodar mejor tus pensamientos.
Hoy me acerco especialmente a ti que eres Mamá y que tal vez no te encuentras bien, que tal vez tienes más días malos que buenos o simplemente no encuentras ese rayito de luz que te permita salir de la oscuridad, que comiences por ti, por darte solo unos minutos al día a sentir tu respiración, sentir tu corazón latir y simplemente vaciar tu mente de esa lista interminable de cosas por hacer.
Porque tú eres más que una mamá, tú eres más que una esposa, tú eres más que todas esas actividades y responsabilidades diarias que te inundan de estrés y no te permiten ni respirar adecuadamente. Es momento de que comiences a reencontrarte.
Yo hoy te puedo decir abiertamente que no me encuentro perfectamente bien, y te puedo asegurar que hay días que son un reto, pero he logrado sanar en gran medida mi cuerpo y con ello mi mente, he logrado identificar muchos de esos detonantes que me afectan física y emocionalmente, he logrado aprender algunas técnicas que me permiten sacarme más rápido de esos estados de decaimiento.
Y he hecho una misión de vida compartir todo eso que voy aprendiendo, porque sé lo que es sentirte como en arenas movedizas que con el más mínimo movimiento te vas a hundir más. Y deseo, con todo mi corazón, que logres ese nivel de sanación y autoconocimiento para que puedas superarlo y tener las herramientas para levantarte cada vez que lo necesites.
Con mucho cariño he ido compartiendo estas herramientas que han sido de mucha ayuda en mi vida, en el grupo de Mamás en Equilibrio y espero que puedan ser de ayuda para ti también.
Algunos días me veras muy activa compartiendo, habrá otros que no me verás tanto y es que, en ocasiones, yo misma estoy luchando mis propias batallas y ahora sé que es mejor simplemente detenerme y recalibrarme para poder continuar, que forzarme a tener todo a la perfección.
Cierra tus ojos, siente tu respiración y siente tu corazón latir,
¿No te parece maravilloso?
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