En 2019, mi vida parecía estar en orden: un buen trabajo, una niña de 2 años y otra recién nacida. Sin embargo, llegó el primer golpe: una intensa depresión postparto que se complicó con crisis de ansiedad. Las ansiedades eran tan severas que temía quedarme sola con mis hijas. Busqué ayuda, inicié medicación, pero la confusión, la neblina mental, el cansancio crónico y el sobrepeso se acumulaban.

La pandemia llegó y perdí totalmente el control. Sin esperanza ni amor por mí misma, el día a día no me dejaba ver que no era una forma adecuada de vivir. Mi hija menor, con complicaciones de comportamiento, fue sugerida con déficit de atención e hiperactividad. Investigando alternativas sin medicación, descubrí que, a través de protocolos alimenticios y nutricionales adecuados, podríamos lograr mucho. 

Experimentamos un cambio maravilloso en mi hija pero no solo con ella, sino toda mi familia. 

• Con la guía médica, yo dejé los antidepresivos y ansiolíticos en menos de 6 meses, sin recaídas ni depresión. Perdí todo ese sobrepeso que pensé nunca lograría bajar. 
• Mi otra hija, que sufría de asma desde los 2 años, superó las crisis y dejó completamente los inhaladores y nebulizaciones. 
• Mi esposo bajó de peso y recuperó la energía que había perdido ya hace años, me encanta verlo tan rejuvenecido.

La fuerza y energía que obtuve al mejorar mi salud física me inspiró a sumergirme ahora en el aspecto emocional a través del autoconocimiento y crecimiento personal, transformando así mi vida de maneras que nunca pensé hacerlo y por lo cual estoy agradecida. 

El dolor y la desesperación me llevaron a descubrir mi propósito de vida y ahora me siento honrada de acompañar a otras mujeres en su propio proceso de autodescubrimiento y sanación a través del conocimiento, nutrición y cambio de hábitos.

Bienvenida y felicidades por dar este primer paso hacia una vida más plena.